Investigación de ingenieros de la U. de Chile dice que una parte podría inyectar directamente a la red y también emplearse en el aire acondicionado de las estaciones.
El Metro de Santiago podría incluir la energía solar en su matriz. Así lo sugiere un estudio realizado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.
“Tenemos varios kilómetros en líneas que están en trinchera”, explica Roberto Román, investigador del Centro de Investigación en Energía Solar de la facultad. “Si se pudiera aprovechar el espacio que está arriba con paneles solares, obtendría un doble efecto. Uno de ellos es que sería posible generar una cantidad de energía interesante que puede ayudar a reducir la demanda de energía eléctrica del metro. Además, como los trenes se desplazarían en semisombra, se mejoraría su calidad térmica, lo que los haría menos calurosos, especialmente en el verano”, explica Román.
La modelación, que realizaron junto con el Centro de Modelamiento Matemático (CMM), mostró que el ahorro de energía eléctrica en los tramos intervenidos llegaría a 20%, lo que “no es una cifra despreciable”, dice.
El estudio, liderado por el profesor Marcelo Matus, sigue el ejemplo de países europeos y asiáticos, donde se han hecho instalaciones similares en líneas de ferrocarril y la red de Metro. También les sirvió como experiencia su participación en el proyecto Osiris, de la Unión Europea, un software destinado a estudiar los balances energéticos en las redes de metro a partir de la simulación, proyecto que fue desarrollado en conjunto con el Metro de París, de Estambul, de Roma, y empresas como Alstom, CAF y Siemens.
“Hay varias estaciones de metro en las que la situación térmica interior es muy mala, por la aglomeración de gente y la cantidad de tráfico. En muchas de ellas hay espacio que se puede aprovechar para instalar paneles solares, y con la energía obtenida se pueden alimentar equipos de climatización y, además, suplir en parte la demanda interna de la estación”, destaca Román.
Hasta ahora han hecho modelaciones de un tramo de la línea 2, pero es un modelo adaptable a cualquier red de metro, dice.
Los investigadores han tenido conversaciones preliminares con Metro de Santiago.
Al respecto, en la empresa señalan que “están implementando diversos proyectos que le permitirán reducir su huella de carbono y convertir a la empresa en una de las más amigables con el medio ambiente dentro del país”. A través de lo que denominan su Plan de Eficiencia Energética, la idea es reducir el consumo de energía en 10% en un plazo no mayor a cinco años.
Para ello se han reunido con diversos actores que han presentado sus iniciativas, las que hoy están bajo análisis para ver cuál se ajusta mejor a las necesidades de Metro.
FUENTE: Economía y Negocios