En la Región de Arica y Parinacota existen alrededor de 248 localidades aisladas, según datos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo en su política de desarrollo de localidades aisladas 2012-2016, las cuales poseen poca disponibilidad de los servicios básicos como agua potable. En este escenario, Fundación Chile con el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Camarones, desarrollaron una tecnología capaz de potabilizar agua a través de una planta de tratamiento que funciona 100% con energía solar.
El proyecto ya logró obtener el primer vaso de agua potable, el cual contó con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Arica y Parinacota. La comunidad beneficiada con esta iniciativa fue Pampanunes, ubicada en la XV Región del país, donde sus habitantes sólo podían abastecerse del río Camarones que contiene altas concentraciones de arsénico.
“Pampanunes es una comunidad que no cuenta con energía eléctrica ni agua potable, abasteciéndose sólo por camiones aljibes. Además, durante el invierno altiplánico esta comunidad queda aún más aislada por el corte de caminos, donde las personas sólo pueden acceder al río Camarones. Sin embargo, esta fuente de agua presenta elevadas concentraciones de arsénico, excediendo hasta en 70 veces la normativa vigente. Es por ello que contar con una planta de tratamiento in-situ que genere agua de calidad potable es de suma importancia para ellos”, señaló la ingeniera de Proyectos de Sustentabilidad de Fundación Chile, Camila Olguín.
La tecnología fue desarrollada para las aguas del norte de Chile con presencia de arsénico y otros metales. Además, es autónoma, puesto que funciona con energía solar en base a membranas de desalación, y fue realizada en un marco de eficiencia de bajo consumo energético y de simple operación
Asimismo, la poca disponibilidad de servicios básicos como agua potable no sólo es perjudicial para la vida cotidiana de la población, sino que también impide el desarrollo de actividades productivas en las localidades rurales. Es por esto que la tecnología desarrollada por Fundación Chile, supone un auge en el turismo rural, dado que facilitará, por ejemplo, la construcción de restaurantes y servicios de hospedajes, entre otros.
En este sentido, la iniciativa proporciona un sistema de agua potable a comunidades aisladas, utilizando energía solar y tecnología de membranas para desalación de agua. Además,la planta cuenta con una capacidad de producción aproximada de dos a cuatro m3 diarios, pudiendo abastecer de agua potable para consumo a alrededor de 20 personas.
Juan Carlos López, director de Proyecto de Sustentabilidad de Fundación Chile, destacó que “esta tecnología fue desarrollada específicamente para las aguas del norte de Chile con presencia de arsénico y otros metales. Además, es autónoma, puesto que funciona con energía solar en base a membranas de desalación. Adicionalmente, esta planta fue realizada en un marco de eficiencia energética de bajo consumo energético y de simple operación”.
Su innovación a diferencia de otras plantas de membranas disponibles en el mercado, es que puede operar con energía variable, produciendo distintas cantidades de agua potable según la radiación solar existente.
La alimentación de la planta es 100% solar, contando con 24 paneles equivalentes a 2,5 KWp y con capacidad de almacenamiento de 3,6 KWp en baterías. En paralelo, Fundación Chile se encuentra capacitando a la comunidad sobre el uso de la tecnología y el seguimiento de análisis químicos y físicos requeridos para cumplir con la normativa de calidad del recurso hídrico.
Esta iniciativa busca acercar la tecnología a las personas, contribuyendo a la brecha de abastecimiento de agua potable que actualmente sufren muchas comunidades aisladas de Chile. Adicionalmente, este proyecto pretende convertirse en una solución autónoma respecto de la potabilización de agua, con el objetivo de ser replicado en otras en zonas remotas.
Fuente: Fundación de Chile